Luis Loaiza

Creo que lo más maravilloso que ha dejado toda la situación pandémica, la cuarentena y la situación mundial es la utilización del prefijo re.

Reconocerse: ya que nos dimos cuenta de cuán alejados de nuestros propios sentimientos, sensaciones y hasta sueños estábamos, miramos de nuevo hacia el interior y pudimos volvernos a dar la oportunidad de realizar esas tareas para las cuales no teníamos tiempo, comenzar esos libros archivados por años, continuar esas pinturas y ese aprendizaje musical, hubo tiempo para recorrer el cuerpo con caricias personales, masajes y también darse cuenta del lugar tan importante que ocupamos en nuestras familias.

Reencontrarse: definitivamente el paso por nuestras casas ha cambiado de ser el lugar donde voy a dormir, descansar y comer a ser nuestra oficina, campo de entrenamiento, sitio de estudios, taller artístico, sala de juegos, restaurante fino y sala de cine, donde la familia, el compartir y recordar todos aquellos momentos hermosos se volvió el cotidiano. Volver a tener contacto diariamente con mis padres y mis hermanos nos hizo más fuertes, nos reencontramos no sólo nosotros mismos sino con nuestro entorno.

Reinterpretar: la creatividad tuvo que jugar un rol muy importante en el quehacer, ya que los espacios tuvieron que ser condicionados para actividades poco usuales en casa, además de las posibilidades de bailar en solitario, dictar clases online y crear maneras de reunirse sin reunirse se convirtieron en retos personales para afrontar la situación laboral, académica y social. Las compras por internet, el domicilio y los envíos de detalles se pusieron de moda haciendo que estemos cerca, pero distantes.
Resurgir: en definitiva esta situación nos obligó a creer en nosotros mismos, a esperar con paciencia, a sobrellevar con calma; hizo de nuestras maneras de ser algo nuevo, creó expectativas diferentes, sueños, maneras de soñar diversos y aunque nos ha quitado mucho nos ha dado de vuelta la sensación de lo que es amor de verdad, agradecer por que se tiene lo que realmente importa y además la sabiduría para aprovechar cada segundo del tiempo, disfrutar de los que nos gusta y compartir con amor.