#AmoElCuentachoUN

El pasado viernes 14 de junio se realizó en el edificio El Ágora, una nueva versión de El Cuentacho.

A las 4:00 p.m. comenzó el clásico evento con el juego “Boris Confiesa”, dinámica en la que Boris, personificado por el cuentero invitado Juan Akvar, debe confesar un crimen inverosímil inventado por los asistentes. Durante la confesión, Boris es entrevistado por dos detectives, policía bueno (Joan Ocampo) y Policía malo (Daniel Duque) que le sacan la información de la manera más insospechada. El juego termina cuando Boris confiesa con palabras exactas el delito que no cometió.

Inmediatamente después de la confesión de Boris, llegó Joan Ocampo y nos compartió una gran historia, luego pasó al escenario de El Ágora Juan Akvar para narrar y descrestar a los asistentes con sus grandiosos cuentos y su original manera de narrar. Al terminar el cuentero Akvar, arribó el estudiante Miguel Ángel Sierra, quien se presentó por primera vez en El Cuentacho, con una historia que despertó una gran admiración de los 160 asistentes.

Daniel Duque, ganador el año pasado del concurso Entre Cuentos y Flores en la categoría cuentero aficionado, contó una gran historia de amor de cómo se conocieron sus padres en un bus y dejó claro porque fue merecedor de ese premio.

Llegó el momento para otro cuentero de la casa y el estudiante de Ingeniería Forestal, Douglas Calderón, contó una gran historia referenciada en su profesión, dando detalles muy valiosos de lo que hace y a lo que se dedicará en su vida.

Esta gran versión de El Cuentacho lo cerró con broche de oro la invitada especial, Diana Gutti, quien llegó con su tarrito de agua y su cajita mágica de títulos sorprendentes. Ella comenzó preguntando a los asistentes, si querían saber su fortuna, si decían que sí, tenían el privilegio de elegir un papel y gritarle al mundo su fortuna, inmediatamente después de que se gritara el título del cuento, ella procedía a contar la historia afortunada o infortunada, pero al fin y al cabo gran historia. Diana narró cuatro cuentos que hicieron vibrar, reír y hacer volar la imaginación de los asistentes.

Al final Jota Villaza llamó a los cuenteros que narraron y el público los despidió con un fuerte aplauso.